Bueno, pues si en el post anterior explicaba mi decisión de darme de baja en OtherInbox -aunque el concepto del servicio es muy bueno-, ahora toca explicar el porqué de empezar a utilizar DropBox.
DropBox es un servicio que permite, mediante una cuenta gratuita, disponer de 2GB de almacenamiento "en la nube". Pero el factor diferencial, desde mi punto de vista, es que no es necesario subir explícitamente los ficheros (como en Box.net, por ejemplo). Con DropBox, instalamos un cliente en nuestro equipo y definimos la carpeta que queremos tener sincronizada con nuestro espacio en DropBox. A partir del momento en el que añadimos, modificamos o eliminamos un fichero en esa carpeta, el programa se encarga automáticamente de replicar los cambios en nuestro espacio en DropBox.
En mi caso, desde que murió la tarjeta gráfica del portátil que utilizaba de forma primaria, voy cambiando de equipo en función de lo que quiera hacer y de la disponibilidad del equipo "del despacho". Me explico: para conectarme a internet y poca cosa más, puedo hacerlo desde el PIII con 256MB de RAM con un Xubuntu con LXDE. Para retocar fotos (o para ver algún vídeo en YouTube), debo recurrir a otro portátil, un Centrino con 1GB de RAM, con WinXP conectado a una dock station (con pantalla, teclado y ratón)... También conseguí hacer funcionar un PIII con 512Mb de RAM con Windows XP a la misma pantalla, por lo que si mi pareja está con el Centrino, no puedo utilizar el PIII de sobremesa.
Además, tengo el otro equipo que utilizo para descargar cosas de internet y que, últimamente, también me servía como unidad de red, para tener siempre disponibles ficheros independientemente del equipo que utilice en cada momento.
Pero dado que no me fío demasiado del equipo que se pasa todo el día descargando (es un equipo viejo y puede fallar cualquier día), he decidido probar DropBox.
La funcionalidad de DropBox me permite tener sincronizados los ficheros que coloque en la carpeta compartida desde cualquier equipo, o acceder a ellos desde cualquier equipo con conexión a internet. El hecho de que tenga equipos Windows y Linux en casa no es problema, porque DropBox tiene un cliente tanto para Windows, Linux y para Mac.
Gracias a la funcionalidad de sincronización, no debo preocuparme de recordar copiarlo todo al pendrive o al equipo descargador cuando cambio de ordenador.
DropBox tiene otras funcionalidades interesantes, como el hecho de poder compartir archivos con terceros, generar automáticamente galerías de imágenes con las fotos, etc... Una de estas funcionalidades es la de realizar automáticamente versionado de los ficheros que colocamos en DropBox. Esto significa que cuando realizamos un cambio a un fichero, DropBox guarda una versión antigua -previa al cambio-, por lo que más adelante podemos volver a una versión anterior incluso si el cambio ha sido borrar el archivo! Esto es un seguro contra borrados accidentales, realizados con prisa y sin fijarse demasiado...
Como siempre que debemos confiar nuestros ficheros a un servicio de internet, hay que tener en cuenta que, una vez subimos los documentos, hemos perdido el control sobre ellos. Por supuesto, siempre debemos contar con la honestidad de los proveedores -y con lo que especifican en sus Condiciones de Servicio-, pero no debemos olvidar que estas condiciones pueden cambiar o no ser respetadas, por lo que debe primar el sentido común.
En mi caso, los ficheros que tengo "sincronizados" no son sensibles, de manera que no tengo porqué preocuparme de quién puede acceder a ellos, o por si alguien los conserva, incluso cuando abandone el servicio... Pero aunque suene a paranoico, es algo a tener en cuenta (como nos ha vuelto a recordar hace poco este incidente en Facebook, al permitir la utilización sin permiso previo de fotos de sus usuarios a empresas anunciantes).
Espero que DropBox pueda ayudarme a olvidar esas situaciones en las que necesitas un documento y te lo has dejado en casa!!
DropBox es un servicio que permite, mediante una cuenta gratuita, disponer de 2GB de almacenamiento "en la nube". Pero el factor diferencial, desde mi punto de vista, es que no es necesario subir explícitamente los ficheros (como en Box.net, por ejemplo). Con DropBox, instalamos un cliente en nuestro equipo y definimos la carpeta que queremos tener sincronizada con nuestro espacio en DropBox. A partir del momento en el que añadimos, modificamos o eliminamos un fichero en esa carpeta, el programa se encarga automáticamente de replicar los cambios en nuestro espacio en DropBox.
En mi caso, desde que murió la tarjeta gráfica del portátil que utilizaba de forma primaria, voy cambiando de equipo en función de lo que quiera hacer y de la disponibilidad del equipo "del despacho". Me explico: para conectarme a internet y poca cosa más, puedo hacerlo desde el PIII con 256MB de RAM con un Xubuntu con LXDE. Para retocar fotos (o para ver algún vídeo en YouTube), debo recurrir a otro portátil, un Centrino con 1GB de RAM, con WinXP conectado a una dock station (con pantalla, teclado y ratón)... También conseguí hacer funcionar un PIII con 512Mb de RAM con Windows XP a la misma pantalla, por lo que si mi pareja está con el Centrino, no puedo utilizar el PIII de sobremesa.
Además, tengo el otro equipo que utilizo para descargar cosas de internet y que, últimamente, también me servía como unidad de red, para tener siempre disponibles ficheros independientemente del equipo que utilice en cada momento.
Pero dado que no me fío demasiado del equipo que se pasa todo el día descargando (es un equipo viejo y puede fallar cualquier día), he decidido probar DropBox.
La funcionalidad de DropBox me permite tener sincronizados los ficheros que coloque en la carpeta compartida desde cualquier equipo, o acceder a ellos desde cualquier equipo con conexión a internet. El hecho de que tenga equipos Windows y Linux en casa no es problema, porque DropBox tiene un cliente tanto para Windows, Linux y para Mac.
Gracias a la funcionalidad de sincronización, no debo preocuparme de recordar copiarlo todo al pendrive o al equipo descargador cuando cambio de ordenador.
DropBox tiene otras funcionalidades interesantes, como el hecho de poder compartir archivos con terceros, generar automáticamente galerías de imágenes con las fotos, etc... Una de estas funcionalidades es la de realizar automáticamente versionado de los ficheros que colocamos en DropBox. Esto significa que cuando realizamos un cambio a un fichero, DropBox guarda una versión antigua -previa al cambio-, por lo que más adelante podemos volver a una versión anterior incluso si el cambio ha sido borrar el archivo! Esto es un seguro contra borrados accidentales, realizados con prisa y sin fijarse demasiado...
Como siempre que debemos confiar nuestros ficheros a un servicio de internet, hay que tener en cuenta que, una vez subimos los documentos, hemos perdido el control sobre ellos. Por supuesto, siempre debemos contar con la honestidad de los proveedores -y con lo que especifican en sus Condiciones de Servicio-, pero no debemos olvidar que estas condiciones pueden cambiar o no ser respetadas, por lo que debe primar el sentido común.
En mi caso, los ficheros que tengo "sincronizados" no son sensibles, de manera que no tengo porqué preocuparme de quién puede acceder a ellos, o por si alguien los conserva, incluso cuando abandone el servicio... Pero aunque suene a paranoico, es algo a tener en cuenta (como nos ha vuelto a recordar hace poco este incidente en Facebook, al permitir la utilización sin permiso previo de fotos de sus usuarios a empresas anunciantes).
Espero que DropBox pueda ayudarme a olvidar esas situaciones en las que necesitas un documento y te lo has dejado en casa!!
Comentarios